De todo un poco Reflexiones

Guía para tener fuertes Límites Personales

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2 septiembre, 2014

Este es un artículo escrito por Mark Manson respecto a lo que él llama Límites Personales, que en esencia son los límites o fronteras que cada persona pone respecto a los demás en términos de responsabilidades y emociones.
Es una interesante lectura que recorre las manifestaciones de una de las carencias que más comúnmente solemos tener. Es difícil no verse a uno mismo reflejado de alguna manera en este artículo.

Este post lleva mucho tiempo de retraso. Desde que escribí Models: Attract Women Through Honesty y mencioné la importancia de mantener fuertes límites personales, la gente me ha estado preguntando qué son en realidad estos límites, cómo lucen, cómo los puedo construir y mantener, si en realidad ayudan tanto, si son tan importantes, si hacen que tu novia deje de tirarse tantos pedos cuando duerme, dónde están mis llaves? Has visto mis llaves? Dónde están mis malditas llaves!?

Anuncio de utilidad pública: Establecer fuertes límites personales no son la cura para todos tus males en cuanto a relaciones personales. De hecho, ellos son más bien un efecto colateral de tener una autoestima saludable y en general un bajo nivel de carencias con la gente a tu alrededor.

Los límites trabajan en ambos sentidos: Crean salud emocional y son creados por gente con buena salud emocional. Son algo en lo que puedes comenzar a trabajar hoy con la gente más cercana y notarás la diferencia en tu autoestima, confianza, estabilidad emocional, etc.

Y sí, aunque no me creas, los límites personales son sexys.

Pero antes, hagamos el listado obligatorio que cada blog debe hacer para este tipo de publicaciones. Hagamos la lista de “Podrías tener un problema de límites personales si…” para que sepas dónde estás parado:

• ¿Has sentido que la gente se aprovecha de ti o usa tus emociones para su propio beneficio?
• ¿Te has sentido como si constantemente tuvieras que “salvar” personas cercanas a ti y solucionar sus problemas todo el tiempo?
• ¿Te has encontrado a ti mismo envuelto en una pelea o discusión sin sentido con regularidad?
• ¿Has sentido que te atrae o has invertido muuuuuucho más de lo que deberías en una persona de acuerdo al tiempo que la conoces?
• En tus relaciones, ¿Has sentido que las cosas son siempre geniales o terribles sin puntos intermedios? ¿O quizás sueles recorrer el patrón de ruptura y reunión en algunos meses?
• ¿Le dices siempre a la gente lo mucho que odias el drama, pero te ves siempre envuelto en el medio del mismo?
• ¿Gastas mucho tiempo defendiéndote a ti mismo por cosas que crees que no son tu culpa?

Si tu respuesta es “sí” a incluso unos pocos de los puntos, probablemente estableces y mantienes límites débiles en tus relaciones. Si tus respuestas fueron rotundos “sí” a muchas o todas las preguntas de arriba, no sólo tienes un gran problema de límites personales en tus relaciones, sino que probablemente tienes otros problemas sucediendo en tu vida.

¿Qué son los límites personales?

Comenzaré con lo práctico y caminaré hacia lo teórico en lugar de definir qué son en realidad los límites personales (porque no quiero hacerte dormir aún). Hablemos entonces de cómo es que lucen los límites personales.

Límites personales saludables = Hacerte responsable de tus propias acciones y emociones, mientras que al mismo tiempo NO te haces responsable por las acciones y emociones de los demás.

La gente con límites débiles típicamente vienen en dos sabores: Los que toman demasiada responsabilidad por las emociones/acciones de los otros, y los que esperan que los demás se hagan responsables por sus propias emociones/acciones.

Curiosamente, estos dos tipos habitualmente terminan involucrados en relaciones entre sí.

Algunos ejemplos de límites débiles:
“No puedes salir con tus amigos sin mí. Sabes lo celosa que me pongo. Tienes que quedarte conmigo en casa.”
“Lo siento muchachos, no puedo salir con ustedes esta noche, mi novia se enoja mucho cuando salgo sin ella.”
“Mis compañeros de trabajo son unos idiotas y siempre llego tarde a las reuniones porque tengo que decirles cómo hacer su trabajo.”
“Me encantaría tomar esa oportunidad de trabajo en Milwaukee, pero mi mamá no me perdonaría nunca por irme tan lejos.”
“Podemos tener una cita, pero no le digas a mi amiga Cindy. Se pondrá muy celosa cuando sepa que tengo novio y ella no.”

En cada situación la persona está, o haciéndose cargo por las acciones/emociones que no son suyas, o están exigiendo que alguien más se haga responsable por sus acciones/emociones.

Para aquellos que lo hayan leído, notarán que hacerse responsables por nuestras propias acciones y no culpar a los demás son dos de los pilares en el libro “Six Pillars of Self Esteem” de Nathaniel Braden. La gente con una alta autoestima tiene fuertes límites personales. Y entrenarse en crear fuertes límites personales es una manera de construir autoestima.

Otra manera de pensarlo es cuando tienes esas zonas turbias de responsabilidad por tus emociones y acciones – áreas donde no es claro quién es responsable por qué, de quién es la culpa y por qué haces lo que haces – nunca desarrollas una identidad propia sólida.

Por ejemplo, si estás muy involucrado con el Judo, pero siempre estás culpando a tu instructor por tu falta de progreso y te sientes culpable de ir a clases porque tu esposa se queda sola cuando no estás cerca, entonces ese aspecto de tu identidad en realidad no te pertenece. Judo es algo que tú haces y no algo que tú eres. Se vuelve poco auténtico, otra herramienta más en el juego de obtener aprobación social más que una manera de satisfacer tu deseo de expresar quién eres. Esto es una carencia y la dependencia de aprobación externa te bajará la autoestima y tu comportamiento será menos atractivo.

Límites débiles y relaciones de pareja

En realidad creo que los asuntos de límites personales son los más difíciles de abordar a nivel de familia. Siempre puedes deshacerte de ese estúpido novio/novia, el divorcio está siempre a una o doce llamados telefónicos de distancia, pero nunca puedes deshacerte de tus padres.

Si tienes problemas de límites personales con tu familia, es muy probable que los tengas en tus relaciones románticas y tus relaciones son el mejor lugar para comenzar a solucionarlos.

Es probable que en algún punto hayas estado en una relación que se siente como montaña rusa: cuando las cosas van bien, van genial; cuando las cosas van mal, son un desastre; y hay una oscilación casi predecible entre estos dos puntos – dos semanas maravillosas, seguidas de una semana de infierno, seguida de un mes maravilloso, seguido por una horrible ruptura y luego un reencuentro dramático. Es el sello de una relación de codependencia y habitualmente representa a dos personas incapaces de establecer fuertes límites personales.

Mi primera relación seria fue de este tipo. En ese entonces, me sentía muy apasionado y como si fuéramos nosotros contra el mundo. En retrospectiva, fue increíblemente nociva y soy mucho más feliz no estando en ella.

La gente carece de límites porque tiene un alto nivel de carencia (o en términos psicológicos, codependencia). Gente que es carente o codependiente, tiene una necesidad desesperada por amor y afecto de los demás. Para recibir este amor y afecto, ellos sacrifican su identidad y eliminan sus límites.

(Irónicamente, es la falta de identidad y límites lo que les hace poco atractivos para la mayoría de la gente)

La gente que culpa a los demás por sus propias emociones y acciones lo hacen porque creen que si ponen la responsabilidad en los que están alrededor de ellos, recibirán el amor que siempre han querido y necesitado. Si constantemente se muestran como víctimas, eventualmente alguien vendrá a rescatarles.

La gente que toma la responsabilidad por las emociones y acciones de otras personas, están siempre buscando salvar a alguien. Creen que si pueden “arreglar” a su pareja, recibirán el amor y aprecio que siempre han querido.

Es fácil predecir que estos dos tipos de personas se atraen poderosamente entre sí. Sus patologías encajan perfectamente con la del otro. Muchas veces han crecido con padres que exhiben alguno de esas características, por lo que su modelo de relación “feliz” está basada en la necesidad y débiles límites personales.

Irónicamente, ambos fallan completamente en satisfacer las necesidades del otro. De hecho, ambos sólo ayudan a perpetuar la carencia y la baja autoestima que los mantiene lejos de poder satisfacer sus necesidades emocionales. La víctima crea más y más problemas que resolver, mientras que el salvador resuelve y resuelve, pero el amor y aprecio que siempre han necesitado nunca es transmitido del uno al otro.

En Models, cuando hablo de la autenticidad, explico cómo en las relaciones cuando algo es dado con un motivo ulterior, con la expectativa de conseguir algo a cambio, cuando algo no es entregado como un “regalo”, pierde su valor. Es para servir a uno mismo, luego es vacío y carente de valor.

Esto es lo que sucede en estas relaciones de codependencia. La víctima crea problemas no porque sean reales, sino porque creen que éstos los harán sentirse amados. El salvador no salvará a la víctima porque le importa el problema, lo hará porque cree que si lo soluciona se sentirá amado. En ambos casos, las intenciones vienen de carencias y por lo tanto son poco atractivas y auto saboteadoras.

Si el salvador de verdad quiere salvar a la víctima, diría “Mira, estás culpando a otros por tus propios problemas, debes lidiar tú mismo con ellos.” Eso sería REALMENTE amar a la víctima.

Si la víctima de verdad amara al salvador, diría “Mira, este es mi problema, no intentes solucionármelo porque no te corresponde.” Eso sería REALMENTE amar al salvador.

Pero eso no es exactamente lo que pasa habitualmente…

Víctimas y salvadores se dan entre sí una especie de empujón hacia arriba. Es como una adicción que satisfacen recíprocamente, y cuando se encuentran con gente emocionalmente saludable en una cita, usualmente se sienten aburridos o una falta de “química”. Ignorarán a las personas seguras porque sus sólidos límites no excitarán los laxos límites de la persona carente.

Desde la perspectiva de la Teoría del Apego, las víctimas tienden a encajar en el patrón de apego Ansioso, y los salvadores tienden a ser Evitativos. O como me gusta llamarlos: gente loca e imbéciles. Ambos repelen a las personas con patrón de apego Seguro.

Para la víctima, lo más difícil en el mundo es guardar para sí mismos la responsabilidad por sus sentimientos y su vida en vez de los demás. Han pasado toda su existencia creyendo de que DEBEN culpar a otros para sentir cualquier intimidad o amor, por lo que dejar de lado eso es aterrador.

Para el salvador, lo más difícil en el mundo es dejar de solucionar los problemas de los demás y tratar de forzarse a estar feliz y satisfecho. Para ellos, su vida entera ha girado en torno a sentirse valorados y amados cuando solucionan un problema o son útiles a alguien, por lo que dejar de lado esta necesidad es aterrador para ellos también.

Tanto el proceso de construir una buena autoestima, como comenzar a eliminar los comportamientos relacionados con las carencias lo hacen a uno más atractivo.}

(Nota al margen: En mi libro afirmo que el comportamiento carente te hace poco atractivo para la mayoría de la gente, limitándote a gente con un nivel de carencias similares; i.e., el adagio de que eres el tipo de persona con la que sales. Si terminas atrayendo sólo a flojos con baja autoestima, muy probablemente eres un flojo con baja autoestima. Si sólo atraes chicas que te hacen gastar un montón y son las reinas del drama (hacen de todo una teleserie), entonces probablemente eres alguien que gasta un montón y crea dramas a cada rato. Oh!, tú reina, tú.)

Algunos ejemplos más

Dado que este es un tema en el que mucha, mucha gente siempre pregunta “Ya, genial, pero ¿cómo lucen los límites personales?” Lo resolveré con unos pocos ejemplos. Los límites personales son particularmente cruciales en las relaciones de pareja, pero también son influencias poderosas en nuestras amistades y relaciones familiares, incluso en las relaciones profesionales.

Así que incluiré ejemplos variados a continuación:
“Jon, hemos trabajado juntos por cinco años. No puedo creer que me jodieras de esa forma en frente del jefe.”
“Pero llegaste con la planilla mal hecha. Era importante que los número correctos fueran enviados.”
“Sí, pero se suponía que me tenías que cubrir. Me hiciste ver como un imbécil, no tienes que discrepar conmigo de esa forma en frente de todos.”
“Mira, me caes bien, eres mi amigo, pero no voy a hacer tu trabajo por ti y eso es todo. Fin de la discusión”
“¡Yo hago mi trabajo!”
“Bien, entonces no importa lo que yo diga al respecto”

Algunos amigos son quizás demasiado cercanos. Esta escena aparece de varias maneras en la vida de todos: un viejo amigo mete la pata, pero en vez de hablar de su responsabilidad personal, espera que te eches al hombro parte de su responsabilidad porque “eso es lo que hacen los amigos”.

Aceptar eso te lleva a una amistad codependiente y poco saludable. Sí, incluso las amistades pueden ser carentes y poco atractivas. ¿Has conocido alguna vez dos amigos que constantemente se quejan del otro o se dicen cosas por la espalda, pero cuando están juntos todo parece bien? Es probable que tengan algún serio problema de límites personales como el recién descrito. Amistades como ésta son fábricas de drama sin fin. Mantente alejado.

“Me pongo tan triste cuando tú y tu hermana no vienen a verme. Me siento muy sola, lo sabes.”
“¿Por qué no sales más mamá? Haz algunos amigos.”
“Oh, lo he intentado. A nadie le gusta una vieja como yo. Ustedes son mis hijos, es su deber cuidarme.”
“Lo hacemos.”
“No, no lo hacen, paso mucho tiempo sola, no tienes idea lo difícil que llega a ser en algunos momentos.”
“Mamá, te amo y siempre estaré cuando me necesites, pero a pesar de ello eres tú la responsable por tu propia soledad. Jennifer y yo no somos la única solución a todos tus problemas.”

La típica situación de culpa con los viejos. Yo solía decir que “la culpa es una emoción inútil” pero ya no estoy de acuerdo con esa frase. La culpa es importante cuando es legítima y autoimpuesta.

La culpa es inútil y dañina cuando es usada como herramienta para manipular a tus cercanos. La culpa puede ser increíblemente dolorosa cuando se usa de esta manera, no sólo porque exige responsabilidad de tu parte por emociones que no son tuyas, sino que también implican que estás en falta o eres una mala persona por no hacerte cargo.

(Todos mis lectores judíos están asintiendo con la cabeza ahora.)

Por estos días nada me pone más en acción que una persona que intenta hacerme tropezar con la culpa. Inmediatamente les llamo la atención y si no los conozco bien, puede ser el final de la relación justo ahí, en ese momento.

“Oye, estaba pensando en ese nuevo trabajo que buscas. Rehice tu currículum y comencé a mandarlo a algunas personas en mi departamento de recursos humanos.”
“Mmm gracias, pero no tenías que hacerlo.”
“Quería hacerlo, quiero que tengas éxito. Además estaba pensando de nuevo en nosotros mudándonos untos y fui a mirar departamento hoydí…”
“Ya te dije, aún no estoy listo para eso.”
“¡Lo sé!, pero igual es lógico hacerlo, no nos vamos a hacer más jóvenes. Creo que deberíamos intentarlo.”
“El mes pasado cambiaste la mitad de mi clóset con ropa que te gustaría que usara, después quisiste que me fuera a vivir contigo y ahora quieres que me vaya a trabajar contigo también?”
“Pero te amo, y quiero cuidar de ti.”
“Yo también te amo, pero tienes que dejarme hacer las cosas a mi manera. Esto no es correcto, no puedes tomar el control de las decisiones de mi vida sin consultarme primero.”
“¡No puedo creer lo egoísta que eres! ¡Hago TODO por ti y ahora me culpas por ello!”
“No te estoy juzgando, simplemente te pido que pares y respetes mis deseos.”

Este es un ejemplo de una relación de codependencia desde el otro lado – el lado de la persona que es asfixiado y mimado demasiado. Puede parecer muy bien superficialmente, podrías incluso pensar “Rayos, desearía que mi novio/novia hiciera eso por mí”. Pero la verdad es que es demasiado nociva y eventualmente conducirá a un montón de problemas.

Nota final respecto al sacrificio

Antes de terminar (Entiendo que se volvió largo este post y aún no encuentro mis llaves), me gustaría hacer una nota final respecto a las relaciones y el sacrificio.
El más grande contra argumento – o racionalización, dependiendo de tu perspectiva – es que a veces debes hacer sacrificios por la gente que amas.

Es cierto, si tu novio/novia tiene una necesidad irracional por que le llames todos los días, incluso si es sólo para hablar tres minutos, puede ser razonable hacer un pequeño sacrificio para hacerle feliz.

La trampa está en que si haces ese sacrificio por alguien que te importa, debe hacerse porque tú lo quieres hacer, no porque te sientes obligado o porque temes las consecuencias de no hacerlo. Esto nos devuelve al punto de que los actos de afecto e interés sólo son válidos si son realizados sin expectativas. Luego, si llamas a tu novio/novia todos los días, pero lo detestas y sientes que coarta tu independencia, si la ofendes y te aterra lo enojada que se pondrá si no lo haces, entonces tienes un problema de límites personales. Si lo haces porque la amas y no te importa, entonces hazlo.

Puede ser difícil para la gente reconocer si están haciendo algo por obligación o si es un sacrificio voluntario. Ésta es la prueba de fuego: pregúntate a ti mismo, “Si dejara de hacerlo, ¿cómo cambiaría nuestra relación?” Si de verdad temes a esos cambios, es una mala señal. Si las consecuencias no son gratas pero sientes que podrías dejar de hacerlo sin sentirte muy diferente respecto a ti mismo, entonces es una buena señal.

La razón es que si hubiera un problema de límites personales, tendrías miedo a la pérdida de esa responsabilidad cruzada por el otro. Si no tienes un problema de límites personales, i.e., lo haces como un regalo sin expectativas, entonces estás en paz con las repercusiones de no hacerlo. Una persona con fuertes límites personales no le tiene miedo a una rabieta, una discusión o ser herido. A una persona con límites débiles le aterra.

Una persona con sólidos límites personales entiende que no es razonable esperar que dos personas encajen en un 100% y cubran cada necesidad del otro. Una persona con sólidos límites personales entiende que es posible que hiera los sentimientos de alguien de vez en cuando, pero eso a la larga no puede determinar cómo se siente la otra persona. Una persona con sólidos límites personales entiende que una relación saludable no se trata de controlar las emociones del otro, sino que más bien apoyarse uno al otro en su camino de crecimiento hacia la auto actualización.

Actualización (Diciembre 2013): Encontré mis llaves.

Artículo Original: The Guide to Strong Boundaries

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